miércoles, 29 de julio de 2020

Paul Krugman sobre la teoría del ciclo económico austriaca: Nada nuevo por acá.


¿Krugman refutó la teoría del ciclo austriaca? 

Se oye un mito por ahí, según el cual, muy, pero muy presuntamente, vale aclarar, el nobel de economía, Paul Krugman fue capaz de rebatir la teoría del ciclo económico austriaca ¿lo hizo en verdad? habría que examinarlo a detalle. La supuesta refutación de Krugman aparece en 1998. Por aquellos años, un bastante más joven Paul Krugman publicaba un artículo titulado "The Hangover Theory", o en español "La teoría de la resaca", donde criticaba, casi con desprecio, a la teoría austriaca del ciclo económico. Muchos detractores de la economía austriaca sacan a relucir esta "respuesta" como "carta de triunfo". Pero volviendo a la pregunta del inicial ¿lo hizo de verdad? o mejor dicho ¿aportó algo nuevo al debate? esto es lo que vamos a tratar de dilucidar a continuación.

Las dudas de Krugman sobre la teoría austriaca del ciclo económico, se pueden sintetizar con las siguientes citas: "He ahí el problema: como una cuestión de simple aritmética, el gasto total en la economía es necesariamente igual al ingreso total (cada venta es al mismo tiempo una compra y viceversa). Así, si las personas deciden gastar menos en bienes de inversión, ¿no significa eso que deben haber decidido gastar más en bienes de consumo, resultando que una recesión en la inversión deberá estar siempre acompañada del correspondiente boom en el consumo? Y si lo anterior se cumple, ¿por que debería producirse un incremento en el desempleo? (....) Lo mejor que von Hayek o Schumpeter pudieron proponer fue la vaga afirmación de que el desempleo era de tipo friccional, creado cuando la economía transfería trabajadores desde un inflado sector de la inversión hacia el sector de productos de consumo (de ahí su oposición a cualquier intento de incrementar la demanda: esto dejaría sin hacer "parte del trabajo que la recesión debería hacer", ya que el desempleo masivo es parte de proceso de "adaptar la estructura de la producción"). Pero si esto es así, ¿por qué una burbuja en la inversión, que presumiblemente requeriría una transferencia de trabajadores en el sentido contrario, no generaría un desempleo masivo? Y de todas formas, este planteamiento se adapta muy poco a lo que realmente está ocurriendo en la recesión, donde todas las industrias, y no solamente las pertenecientes al sector inversor, normalmente disminuyen su actividad".

Bien, devuelta a las preguntas del principio ¿fue una refutación a la teoría austriaca o al menos planteó algo nuevo al debate? en realidad, yendo al grano, ninguna de las dos cosas. La critica que hace Krugman no es nueva y tampoco es una "refutación" a la teoría austriaca en concreto, sino a una versión muy diferente de ella. Pero veamos porque razón no es nueva primero. Uno de los mejores libros jamás escritos por el economista austriaco Friedrich von Hayek es, con diferencia, Precios y producción. Este se publicó por primera vez en 1931 (la segunda edición es de 1935) y es de lejos, una de las mejores presentaciones de la teoría del ciclo económico austriaca. Una lectura obligada para cualquiera que quiera entenderla. El economista keynesiano Paul Krugman hizo su famosa crítica a la teoría austriaca en 1998, pero Hayek ya había refutado sus críticas en su libro original. Mejor aún, Krugman fue refutado antes de que él naciera.

La respuesta de Hayek... antes de que Krugman naciera.

La crítica de Krugman es respondida en el tercer capítulo del libro, titulado "El funcionamiento del mecanismo de los precios en el transcurso del ciclo del crédito". Recordemos el planteamiento de Krugman: "He ahí el problema: como una cuestión de simple aritmética, el gasto total en la economía es necesariamente igual al ingreso total (cada venta es al mismo tiempo una compra y viceversa). Así, si las personas deciden gastar menos en bienes de inversión, ¿no significa eso que deben haber decidido gastar más en bienes de consumo, resultando que una recesión en la inversión deberá estar siempre acompañada del correspondiente boom en el consumo? Y si lo anterior se cumple, ¿por que debería producirse un incremento en el desempleo?".

Hayek en determinado momento del mencionado capítulo, contesta esta duda diciendo: "Pero aunque los bienes no específicos, en particular los servicios de los trabajadores empleados en esos primeros estadios, han sido así retirados porque su cantidad es insuficiente y sus precios demasiado elevados para que sean rentables los procesos productivos prolongados, no es en modo alguno evidente que todos los que no pueden ser asignados ya a los procesos antiguos puedan ser inmediatamente absorbidos por los procesos más cortos, ahora en expansión. Al contrario: los procesos más cortos deberán comenzar por el principio y sólo absorberán gradualmente todos los bienes de producción disponibles a medida que el producto avance hacia el consumo y a medida que vayan llegando los productos intermedios necesarios. Así, aunque en los procesos más prolongados las operaciones productivas se interrumpen prácticamente en el momento en que dejan de ser rentables por el cambio en los precios relativos de los bienes específicos y no específicos en favor de éstos últimos y el aumento en el tipo de interés, los bienes liberados sólo hallarán empleo otra vez cuando los nuevos procesos más breves se aproximen a su terminación (9). Además, la adaptación final se verá retardada aún más por la incertidumbre inicial con respecto a los métodos de producción que probarán ser rentables en última instancia, una vez que la escasez temporal de bienes de consumo haya desaparecido. Los empresarios, con toda razón, vacilarán antes de efectuar inversiones en este proceso exageradamente abreviado, es decir, inversiones que les permitan producir con un capital relativamente escaso y una cantidad de medios originales de producción relativamente grande".

Por eso no siempre se va a tener un "boom de consumo correspondiente". Y esa es también la razón por la que tendría un aumento en el desempleo. Hayek ya respondió ambas preguntas, sin embargo, no termina ahí. Krugman continúa: "La mayoría de los teóricos de la teoría de la resaca probablemente ni se darán cuenta de que esto es un fallo en su teoría. Tampoco responderán a ésta difícil pregunta esos supuestos sesudos teóricos austriacos. Lo mejor que von Hayek o Schumpeter pudieron proponer fue la vaga afirmación de que el desempleo era de tipo friccional, creado cuando la economía transfería trabajadores desde un inflado sector de la inversión hacia el sector de productos de consumo (de ahí su oposición a cualquier intento de incrementar la demanda: esto dejaría sin hacer "parte del trabajo que la recesión debería hacer", ya que el desempleo masivo es parte de proceso de "adaptar la estructura de la producción"). Pero si esto es así, ¿por qué una burbuja en la inversión, que presumiblemente requeriría una transferencia de trabajadores en el sentido contrario, no generaría un desempleo masivo? Y de todas formas, este planteamiento se adapta muy poco a lo que realmente está ocurriendo en la recesión, donde todas las industrias, y no solamente las pertenecientes al sector inversor, normalmente disminuyen su actividad".

Si puede ver arriba, en algún momento de la cita de Hayek, hay una nota al píe de página, dicha nota recalca: "(9) La razón de esta asimetría entre la transición hacia procesos productivos más prolongados, que no tiene por qué suscitar ninguna de estas perturbaciones específicas, y la transición hacia procesos más breves, que será acompañada regularmente de una crisis, resultará quizás más evidente si se considera que en el primer caso habrá necesariamente tiempo para amortizar el capital invertido en la estructura existente antes de que se complete el nuevo proceso, mientras que en el segundo caso esto será evidentemente imposible y por tanto una pérdida de capital y una reducción de ingresos serán inevitables. (En todas estas discusiones se supone que el conocimiento técnico no cambia; un estrechamiento en la estructura de la producción debida al progreso técnico tiene una significación completamente distinta de la derivada de un incremento en el consumo)".

Hayek respondió la crítica de Krugman 63 años antes. Es irrelevante si Krugman está satisfecho con la respuesta de Hayek o no. Lo importante es que, si hubiera leído el libro, nunca habría hecho las preguntas en primer lugar. En este sentido, Joseph Salerno tiene toda la razón, Krugman nunca leyó la teoría del ciclo económico austriaco de sus fuentes originales (Hayek, Mises, Rothbard). Leyó la "teoría neoclásica de la variedad de jardín" de Haberler. De hecho, Salerno menciona como la critica de Krugman no es más que una repetición de la critica del propio Heberler en el 39: "Es un poco difícil de entender... por qué la transición a un proceso de producción más indirecto debería asociarse con la prosperidad y el retorno a un proceso menos indirecto, sinónimo de depresión. ¿Por qué la expansión inflacionaria original de la inversión no debería causar tanta dislocación en la producción de bienes de consumo como se dice que el aumento posterior de la demanda de los consumidores causa en la producción de bienes de inversión?".

Entendiendo la teoría del ciclo correctamente. 

Los neoclásicos, como Haberler, hacen gran énfasis en solo dos sectores: consumo e inversión. Olvidando un hecho fundamental: la estructura y horizonte temporal de la producción. Huerta de Soto, en Dinero, crédito bancario y ciclos económicos recalca este hecho fundamental que viene arrastrándose desde el origen de los debates entre Hayek y Keynes, y que tanto keynesianos y monetaristas comparten: "Por su parte, Hayek, ya desde la contundente crítica que realizó a los dos volúmenes del Treatise on Money (1930) de Keynes, acusó a este autor de no tener en cuenta para nada la teoría del capital y del interés, particularmente tal y como la misma había sido desarrollada por Böhm-Bawerk y el resto de los teóricos de la Escuela Austriaca. Esto, de acuerdo con Hayek, explicaba que Keynes no considerara la existencia de diferentes etapas en la estructura productiva (como tampoco la tuvo en cuenta Clark ni la tendría Knight) y que, en última instancia, no se diera cuenta de que la decisión esencial de los empresarios no es si se debe invertir en bienes de consumo o en bienes de capital, sino más bien si se debe invertir en procesos productivos que darán lugar a bienes de consumo en un periodo de tiempo más o menos alejado en el futuro. Considerar, por tanto, una estructura productiva constituida únicamente por dos etapas (una de bienes de consumo y otra de bienes de capital), sin tener en cuenta la dimensión temporal de esta segunda, ni las sucesivas etapas en que se divide, es lo que hace que Keynes caiga en el error de la "paradoja del ahorro o frugalidad", cuya falaz fundamentación teórica ya hemos demostrado en el capítulo V".

Rothbard en su tratado de economía menciona que "El mercado libre, la tasa de interés constituye una guía indispensable para la dimensión temporal con respecto a la urgencia de las apetencias de los consumidores", y en su libro sobre la Gran Depresión resume perfectamente como influye el factor temporal en la producción: "(...) Imaginémonos una economía con unas existencias determinadas de dinero. Parte de ese dinero se gasta en consumo, el resto se ahorra y se invierte en una poderosa estructura de capital, en diversas órdenes de producción. La proporción del consumo en relación al ahorro y la inversión está determinada por la preferencia temporal de las personas; es decir, por el grado en que estas prefieren satisfacción presente a satisfacción futura. Cuanto menos la prefieran en el presente, menor será su preferencia temporal y menor será entonces el tipo de interés puro, que está determinado por las preferencias temporales de todos los individuos en la sociedad. Una preferencia temporal menor se verá reflejada en una proporción mayor de la inversión respecto del consumo, un alargamiento de la estructura productiva y un proceso de acumulación de capital. Una preferencia temporal más alta, por otro lado, se reflejará en un tipo de interés puro más elevado y una proporción menor de inversión en relación al consumo. El tipo de interés final de mercado refleja el tipo de interés puro con el agregado de componentes propios del riesgo empresarial y del poder adquisitivo del dinero. Los diversos grados de riesgo empresarial dan lugar a una estructura de tipos de interés en lugar de a un tipo de interés único, y el componente propio del poder adquisitivo refleja los cambios en el poder adquisitivo del dólar así como los de la posición específica del empresario en relación con esos cambios. El factor clave, sin embargo, es el tipo de interés puro. Este tipo de interés se manifiesta primero en el tipo natural, o lo que generalmente se conoce como la tasa de beneficios actual. Esta tasa se refleja en el tipo de interés en el mercado de préstamos, un tipo que está determinado por la tasa de beneficios actuales".

Continúa: "¿Ahora bien, qué sucede cuando los bancos imprimen dinero nuevo (ya sea en forma de billetes de banco o de depósitos bancarios) y se lo prestan a las empresas? El nuevo dinero ingresa en el mercado de préstamos y reduce el tipo de interés. Ahora parece que la oferta de fondos ahorrados para inversión se ha incrementado y el efecto es el mismo: la oferta de fondos para inversión aparentemente crece y el tipo de interés se reduce. Los empresarios, en pocas palabras, creen erróneamente, por culpa de la inflación bancaria, que la oferta de fondos ahorrados es superior de lo que realmente es. Ahora, cuando los fondos ahorrados se incrementan, los empresarios invierten en períodos de producción más prolongados, es decir, la estructura productiva se alarga especialmente en los niveles de orden superior que se encuentran más alejados del consumidor final. Los empresarios llevan sus fondos recientemente adquiridos y presionan al alza los precios del capital y otros bienes de producción y esto estimula un cambio en las inversiones que migran desde los órdenes inferiores (próximos al consumo) hacia los superiores (alejados del consumo); dicho de otra forma, desde las industrias de bienes de consumo hacia las industrias de bienes de capital".

Por supuesto: "Si este fuera el efecto de una caída genuina en las preferencias temporales y de un incremento en el ahorro, todo estaría muy bien y la nueva y alargada estructura productiva podría sostenerse indefinidamente. Pero esta modificación es resultado de la expansión crediticia de los bancos. Rápidamente, el nuevo dinero se propaga hacia abajo desde los empresarios endeudados hasta los factores de producción en la forma de salarios, rentas e interés. Ahora bien, a menos que la preferencia temporal haya cambiado, y no hay motivo para pensar que esto realmente haya sucedido, la gente saldrá corriendo a gastar sus nuevos ingresos de acuerdo a la vieja proporción consumo-inversión. En pocas palabras, la gente se apresurará a restablecer la proporción anterior y la demanda migrará de nuevo desde los órdenes superiores hacia los órdenes inferiores. La industria de bienes de capital descubrirá que sus inversiones eran erróneas: que lo que pensaban que sería rentable en realidad es un fracaso debido a la falta de demanda por parte de sus clientes. Los órdenes superiores de producción ahora resultan ser un desperdicio, y las malas inversiones deben ser liquidadas"

En definitiva, como recalca Rothbard, la intervención del banco en el mercado ocasiona la disrupción de ese precio libre (tasa de interés o tasa de preferencia temporal) y deja a los empresarios en la imposibilidad de satisfacer apropiadamente los deseos de los consumidores, sin poder efectuar la debida estimación de la estructura de producción más provechosa. Tan pronto como pueden, o sea, apenas llega a sus manos el dinero, incrementado, los consumidores restablecen sus preferencias temporales (las proporciones antiguas en cuanto a diferenciales, inversión y consumo). El exceso de inversión en las etapas más alejadas y la inversión insuficiente en las más cercanas quedan ahora al descubierto. Siguiendo el ejemplo de Mises, Rothbard culmina explicando que: "La situación es análoga a la de un constructor que ha creído erróneamente que tiene más material de construcción que el que en realidad posee y que luego descubre que ha usado ya todos sus materiales para hacer sólidos cimientos (etapas más alejadas) sin que le queden los suficientes para completar la casa. Es claro que la expansión crediticia bancaria no puede aumentar la inversión de capital en un ápice. La inversión solamente proviene del ahorro previo".

Conclusión.

Krugman jamás entendió lo que con tanto empeño criticó, de hecho, y lo que es peor aún, critica algo sin haber corroborado las fuentes originales, y cuando se le apuntan dichos errores, su última línea de defensa es la siguiente: "Esa es mi experiencia con los austriacos: cada vez que tratas de precisarlos, insisten en que no entiendes sus ideas profundas". Claramente, como vimos, no entiende lo que critica. La economía como ciencia viene decayendo, y los nobeles no ayudan ciertamente ¿Cómo explicamos que alguien que dice que la guerra trae prosperidad, o menciona que "si el problema consiste en que de forma generalizada las personas quieren conseguir más dinero, ¿por qué no incrementar la cantidad de dinero?" pueda tener un nobel bajo el brazo? antes de abolir los bancos centrales, los premios nobeles de economía podrían ser un buen premio consuelo.

Referencias:

-La teoría de la resaca - Paul Krugman
-La falacia de la neutralidad del dinero - Manuel Llamas
-Yes, Paul Krugman, Booms Are Unsustainable - William L. Anderson
-Precios y Producción - Friedrich von Hayek
-Dinero, crédito bancario y ciclos económicos - Jesús Huerta de Soto
-La Gran depresión - Murray N. Rothbard
-A Reformulation of Austrian Business Cycle Theory in Light of the Financial Crisis - Joseph T. Salerno

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