jueves, 18 de junio de 2020

Los 6 países con mayor libertad económica.

La pobreza extrema desciende año a año.

Las ineludibles leyes económicas. 

¿Mayor libertad económica, es igual a mayor prosperidad? Es una pregunta que muchos se hacen. Bastantes son escéptico al respecto, pero... todo parece indicar que si. Si uno observa como a lo largo de los dos últimos siglos el mundo ha abandonado la pobreza extrema, notará que todo ello sucedió en un contexto de libertad económica. La pobreza no comenzó a descender sino en el momento en que las fuerzas productivas tuvieron rienda suelta para emprender sus negocios libremente, hace ya poco más de dos siglos tras la revolución industrial. Hasta ese momento, la pobreza, salvo contadas excepciones en la historia y particularmente en ciertas sociedades, había sido el estado natural del hombre.

Luego de un siglo de experimentación y planificación continua, incluso países socialistas, como la China comunista, entre otros países europeos antes afines a la Unión Soviética, tuvieron que rendir cuentas ante las ineludibles leyes económicas, recurriendo a la liberalización de sus economías para poder prosperar.


A más libertad, menos pobreza extrema.

Una comparación entre vecinos.

La Isla Mauricio (#21) es el país más libre del continente africano, mientras que Zimbabwe (#174) es el último. Con un crecimiento anual del 3.7%, un per capita de $23,699, un desempleo (aunque un poco alto) del 6,9% y una inflación del 3,2% es clasificado como una de las economías más avanzadas de este continente. Según el Banco Mundial, la esperanza de vida que en la década del 60 era menor al 60%, siendo de 58,745%, en la actualidad es del 74,416%. Por otro lado, Zimbabwe tiene un ingreso per capita de $2,788, y aunque en los dos últimos años si bien ha crecido, su tasa es menor a la de Mauricio con un porcentaje del 2.6% anual. Tiene un desempleo del 4.9%, y una inflación del 10.6%. La esperanza de vida si bien aumentó en las últimas décadas, es de 61% en comparación con Mauricio. Incluso comparado con otros países, como su vecino más próximo, Botswana (#39) la diferencia entre los ingresos ($17,965) y el crecimiento general de la economía (2.9% anual) es muy superior. Ahora bien, Botswana está afrontando un problema grave de desempleo (17.9 %), pero ha diferencia de otros estados, el gobierno está atacando de raíz el problema, y ha hecho que los permisos de construcción sean menos complicados al simplificar el sistema de inspección, también planea liberalizar las políticas de visas y permisos de trabajo y privatizar, cerrar o fusionar empresas públicas ineficientes. Si todo continua según lo planeado, el desempleo en unos cuantos años disminuirá considerablemente. El 2do país economicamente más libre del continente africano es Ruanda, ocupando el #33 del puesto del índice de libertad económica. Tras décadas de sangre, muerte y violencia, ha alcanzado cierta estabilidad política, lo que le ha permitido, en los últimos años crecer a una tasa anual del 7.4%, y su per capita, aunque menor al de Zimbabwe ($2,280), lentamente sigue en alza. La pobreza, al igual que en otros países del continente, sigue siendo generalizada, pero las cifras del gobierno indican que ha estado disminuyendo rápidamente. Tiene un desempleo tan solo del 1.0% y una inflación del 1,4%.

La libertad económica, pilar fundamental de las economías de mercado regidas por el sistema de precios, permite una mejor distribución de los recursos. Por otro lado, el ahorro y las inversiones dan lugar a la innovación, y por consiguiente a mayor productividad, elevando el nivel de vida del largo de la población. 

Sobre la pobreza.

La pobreza no es un problema de recursos. Hong Kong, Singapur, Japón, Corea del Sur, son países que carecen de recursos naturales y aún así disfrutan de un alto nivel de vida. Los precios les traen alimento y bienes de otras partes del mundo. Esto se comprueba mejor viendo como países con grandes cantidades de recursos, como Argentina, Brasil, Venezuela, viven en condiciones de vida muy bajas. Lo mismo sucede en el continente africano. Esto se debe a que la pobreza material, es consecuencia de otro tipo de pobreza. No la causa, sino el efecto secundario lógico de ideas erróneas. 

La pobreza es un problema de ideas. No importa cuantos recursos tenga un país, si hay malas ideas en la cabeza de la gente que lo gobierna, o peor, de la gran mayoría de los gobernados, la pobreza será un hecho latente.

La riqueza está reservada para aquellos a quienes tienen ideas que promueven el progreso, cuya mentalidad se prepara para conseguir sus fines sin importar el tiempo, ni las piedras en el camino hacia su objetivo. Cuando las ideas son propicias para la creación de riqueza, nada ha impedido que así sea. Que no se mal entienda, no es culpa de la gente ser pobre, es culpa de las ideas que tienen. En todo caso, es culpa de la gente que esas ideas se hayan esparcido por todo el tejido social sin analizar a detalle las consecuencias lógicas de sus propuestas. En ese sentido no hay que ser condescendiente con el populacho, también tienen cierta responsabilidad, pero no de manera absoluta. 

Pobreza e ideas: el caso chileno. 

Quizá lo que mejor ilustre que la pobreza es un problema de ideas, un estado mental más que una consecuencia material, es por ejemplo el caso chileno. Chile es el 2do país con mayor libertad económica de la región, situándose en el puesto #15 a nivel mundial. Es considerada la economía más desarrollada del continente, por debajo de EEUU y Canadá. Su nivel per capita no ha parado de crecer desde los años 80, y en la actualidad es de $25,978. Su crecimiento anual es del 2.2%, tiene una inflación del 2.3%, un desempleo del 7.2%. Según el Banco Mundial la tasa de pobreza en el 2000 era del 38%, en la actualidad solo de un 8,6%, y la esperanza de vida que en los años 50 era del 57,219% hoy es mayor al 80%. La desigualdad, tan cacareada por la izquierda, ha sido uno de los índices que mayor disminución ha tenido, sin contar que incluso instituciones internacionales, han clasificado a Chile como uno de los países con mayor movilidad social, más inclusive, que países desarrollados. 




A pesar de estos logros, el país está pasando por una crisis política sin precedentes. Disturbios, destrozos, calles, supermercados y tiendas enteras se consumen entre las llamas, y la violencia crece sin cesar. Como dijimos, la pobreza es un problema de ideas, si el crecimiento no va acompañado de un crecimiento intelectual en las ideas predominantes de la opinión pública, cualquier progreso se puede venir a pique en un dos por tres. Chile ha demostrado que a pesar de sus éxitos, notables y palpables, su población sigue teniendo una mentalidad, y por consiguiente pensando como una población subdesarrollada, incapaz de pararse sobre su píes y analizar de manera realista la situación social que vive. En cambio, prefiere ir por el camino fácil, dejarse embaucar por discursos demagogos. Este problema cultural, probablemente se deba a que las reformas económicas se llevaron a cabo por la fuerza y no por un consenso popular. Además, de la incapacidad de los gobernantes por defender el sistema. Nadie, hace un año o dos, habría imaginado que lo escrito por Axel Kaiser en su libro titulado "La fatal ignorancia: La anorexia cultural de la derecha frente al avance ideológico progresista" se cumpliera al pie de la letra. En este sentido, quien desdeñaba el papel que cumplen las ideas en el ámbito social, tendrá que intentar cambiar su chip, por que son parte fundamental del debate político y económico. 

La lucha por las ideas.

Von Mises en "Socialismo" declaraba que "La sociedad humana es una construcción del espíritu. La cooperación social es, ante todo, pensamiento y solamente después se convierte en hecho. Son las ideas las que hacen la historia, no las fuerzas productivas materiales, esas entidades nebulosas y místicas del materialismo histórico. Si pudiera vencerse la idea del socialismo y hacer comprender a la humanidad la necesidad de la propiedad privada de los medios de producción, el socialismo se vería obligado a desaparecer. En ello radica todo el problema". En la Acción Humana seguiría este punto de vista: "Las doctrinas librecambistas se impusieron en el siglo XIX porque las respaldaban las teorías de los economistas clásicos. El prestigio de éstas era tal que nadie, ni siquiera aquellos cuyos intereses clasistas más se perjudicaban, pudieron impedir que calaran en la opinión pública y se plasmaran en disposiciones legales. Son las ideas las que hacen la historia, no la historia la que engendra las ideas". Hayek fue uno de los que mejor comprendió esta visión de Mises, de que las ideas son las que moldean el curso de los acontecimientos. Por eso en su artículo los "Intelectuales y el socialismo" dijo una gran verdad: "El Socialismo nunca y en ninguna parte ha sido un movimiento de la clase obrera. De ninguna manera es una solución obvia para los obvios males que los intereses de esa clase necesariamente exigirían. Es una construcción de teóricos, que se derivan de ciertas tendencias del pensamiento abstracto con el que durante un largo tiempo sólo los intelectuales estaban familiarizados, y que requirió grandes esfuerzos por los intelectuales antes de que la clase obrera pudiera ser persuadida para que lo adoptaran como su programa". Cuando uno observa la historia de los revolucionarios más conocidos, Marx, Lenin, Trotsky, Stalin, Mao, incluso Castro o el Che Guevara, comprueba que no fueron hijos de clases trabajadoras, sino hijos de burgueses, y por tanto, tenían mucho tiempo libre para desarrollar teorías y escribir libros. Los intelectuales son un engranaje fundamental al momento de dispersar teorías, por ello Mises decía que "Las masas, el conjunto de hombres comunes, no conciben ideas, ni verdaderas ni falsas. Se limitan a elegir entre las elaboradas por los líderes intelectuales de la humanidad. Pero su elección es decisiva y determina el curso de la historia. Nada puede atajar el desastre cuando la mayoría prefiere doctrinas nocivas". 

El papel de las ideas es fundamental, por eso la necesidad de influir en la opinión pública a la hora de desarrollar una política económica es un factor muy importante. Mises sin duda lo tenía claro expresando que "Si la mayoría de la nación sostiene ideas equivocadas y prefiere candidatos indignos, no hay más solución que hacer lo posible por cambiar su mentalidad, exponiendo principios más razonables y recomendando hombres mejores. Ninguna minoría cosechará éxitos duraderos recurriendo a otros procedimientos".

Los 6 países más libres del mundo. 

Volvemos a la pregunta del principio ¿Mayor libertad, mayor progreso? Quizá esto se apoye mejor a continuación, ya que analizaremos a los 6 países que lideran el índice de libertad económica de la The Haritage Foundation.



Entre los 6 se encuentran (del más libre) Singapur, Hong Kong, Nueva Zelanda, Australia, Suiza e Irlanda. Todos ellos países desarrollados e increíblemente ricos. Ahora, vamos a analizar caso por caso a dichos países. 


Singapur (Puesto #1)

Singapur crece un 3.3% anual, y es el país con uno de los ingreso per capita más alto del mundo, más concretamente de $100,345. Tiene un desempleo del 3.8% y una inflación del 0.4%, casi llegando a una deflación de precios. Debido a la crisis política acontecida en Hong Kong, Singapur se ha establecido como el país con la economía más libre del mundo. Su puntaje de libertad económica de es de 89.4, y se ha mantenido así desde 2019, con una pequeña mejora en el puntaje de libertad comercial compensado por una pequeña disminución en el puntaje de integridad del gobierno. 

Singapur se ha clasificado entre las economías más libres del mundo durante toda la vida del Índice de The Haritage Foundation, sin embargo, como dijimos, tiene el primer lugar este año por primera vez. Su desempeño extraordinario sostenido ha resultado en uno de los ingresos per cápita más altos del mundo y en tasas sólidas de crecimiento del PIB. Singapur es el único país del mundo que se considera económicamente libre en todas las categorías del Índice. Aunque si bien, tiene algunas restricciones en cuanto a libertades civiles, estas no afectan directamente el puntaje del país. No obstante, pueden tener un impacto indirecto en la libertad económica en el largo plazo.

Los derechos de propiedad se reconocen y se hacen cumplir de manera efectiva. Los procesos judiciales son procesalmente competentes, justos y confiables, y el poder judicial se considera independiente. El gobierno hace cumplir activamente sus fuertes leyes anticorrupción y mantiene procesos anticorrupción bien institucionalizados. Singapur es considerado uno de los países menos corruptos del mundo.


La tasa impositiva máxima sobre los ingresos individuales es del 22 por ciento, y la tasa impositiva corporativa máxima es del 17 por ciento. La carga tributaria general equivale al 14.1 por ciento del ingreso interno total. El gasto gubernamental ha ascendido al 17.2 por ciento de la producción (PIB) del país en los últimos tres años, y los excedentes presupuestarios han promediado el 4.7 por ciento del PIB. 

El valor total de las exportaciones e importaciones de bienes y servicios equivale al 326,2 por ciento del PIB. La tasa arancelaria promedio aplicada es de 0.1 por ciento, y están vigentes 182 medidas no arancelarias. Las empresas extranjeras y nacionales son tratadas por igual bajo la ley, y casi todos los sectores de la economía están abiertos al 100 por ciento de propiedad extranjera. El sofisticado sector financiero es robusto, y el número de bancos extranjeros en el mercado ha aumentado constantemente.


Hong Kong (Puesto #2)
Hong Kong crece un 2.8% anual, tiene un ingreso per capita de $64,216, un desempleo menor al 3%, concretamente, del 2.8% y una inflación del 2.4%. El puntaje de libertad económica de Hong Kong es 89.1, lo que hace que su economía sea la segunda más libre en el Índice. Su puntaje general ha disminuido en 1.1 puntos debido principalmente a una disminución en el puntaje de libertad de inversión, esto debido principalmente a problemas políticos con China. Hong Kong ocupa el segundo lugar entre 42 países en la región de Asia y el Pacífico, y su puntaje general está muy por encima de los promedios regionales y mundiales. La economía de Hong Kong fue clasificada como la más libre del mundo desde 1995 hasta 2019. Sin embargo, la agitación política y social en curso comenzó a erosionar su reputación como uno de los mejores lugares para hacer negocios, lo que reduce las entradas de inversiones, y como consecuencia, Singapur le ha robado el puesto del más libre del mundo.
El PIB había estado creciendo de manera constante durante los últimos cinco años, pero el territorio entró en recesión en 2019. La economía tradicionalmente abierta e impulsada por el mercado de Hong Kong se ha integrado cada vez más con el gigante chino a través del comercio, el turismo y los vínculos financieros. Los riesgos para la libertad económica de Hong Kong han crecido en consecuencia. Hong Kong se convirtió en una Región Administrativa Especial de la República Popular de China en 1997. En virtud del acuerdo de "un país, dos sistemas", China otorgó a Hong Kong un alto grado de autonomía en todos los asuntos, excepto en la política exterior y la defensa, durante 50 años. Las tensiones políticas, sociales, legales y económicas inherentes a tal acuerdo surgieron en 2019, desencadenadas por una propuesta del gobierno que habría facilitado la extradición de Hong Kong al gigante asiático. Las manifestaciones masivas que siguieron han sido seguidas por meses de disturbios políticos y violencia que han impedido la actividad económica normal, y han aumentado los temores de interferencia china en los asuntos. Sin embargo, a pesar de sus problemas recientes, Hong Kong sigue siendo uno de los centros financieros y comerciales más importantes de Asia.
Tradicionalmente, el entorno empresarial de Hong Kong ha estado entre los mejores del mundo. El sector de servicios aporta más del 90 por ciento del PIB. La administración prudente de las regulaciones de salario mínimo ha reducido cualquier impacto potencialmente negativo en el empleo. La tasa estándar del impuesto sobre la renta personal es del 15 por ciento, y la tasa impositiva corporativa máxima es del 16.5 por ciento. El sistema tributario es simple y eficiente. La carga tributaria general equivale al 14.1 por ciento del ingreso interno total. El gasto gubernamental ha ascendido al 18.0 por ciento de la producción (PIB) del país en los últimos tres años, y los excedentes presupuestarios han promediado el 4.0 por ciento del PIB.

El valor total de las exportaciones e importaciones de bienes y servicios equivale al 376.0 por ciento del PIB. La tasa arancelaria promedio aplicada es de 0.0 por ciento, y 149 medidas no arancelarias están en vigencia. La intensificación de las incertidumbres relacionadas con los problemas de seguridad ha socavado un clima de inversión favorable. A pesar de ello, el territorio sigue siendo un centro financiero global dinámico con un alto grado de competitividad y apertura, pero también aumenta la sensación de riesgo.
Nueva Zelanda (Puesto #3)

Nueva Zelanda tiene un crecimiento anual del 3.4%, ingresos per capita de $40,135, un desempleo del 4.5% y una inflación del 1.6%. 
El puntaje de libertad económica de Nueva Zelanda es 84.1, lo que hace que su economía sea la tercera más libre en el Índice. Su puntaje general ha disminuido en 0.3 puntos, con pequeñas disminuciones en los puntajes de los derechos de propiedad, la efectividad judicial y la integridad del gobierno que compensan ligeramente un puntaje mejorado de gasto del gobierno. Nueva Zelanda ocupa el tercer lugar entre 42 países en la región de Asia y el Pacífico, y su puntaje general está muy por encima de los promedios regionales y mundiales. La economía de Nueva Zelanda se ha clasificado como una de las más libres del mundo en los últimos 25 años. El crecimiento constante del PIB refleja ese desempeño sobresaliente. 


Los derechos de propiedad privada están fuertemente protegidos, y Nueva Zelanda se encuentra entre los principales países del mundo por seguridad de contratos. El sistema judicial es independiente y funciona bien. Nueva Zelanda ocupó el segundo lugar de 180 países encuestados en el Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional 2018 y es reconocida por sus esfuerzos para garantizar un sistema de contratación pública transparente, competitivo y libre de corrupción. La tasa impositiva máxima sobre los ingresos individuales es del 33 por ciento, y la tasa impositiva corporativa máxima es del 28 por ciento. Otros impuestos incluyen bienes y servicios e impuestos ambientales. La carga impositiva general equivale al 32.0 por ciento del ingreso interno total. El gasto gubernamental ha ascendido al 37.5 por ciento de la producción del país (PIB) en los últimos tres años, y los excedentes presupuestarios han promediado el 0.8 por ciento del PIB. 

El valor total de las exportaciones e importaciones de bienes y servicios equivale al 54,2 por ciento del PIB. La tasa arancelaria promedio aplicada es de 1.4 por ciento, y están vigentes 243 medidas no arancelarias. Existen muy pocas limitaciones en la actividad de inversión y se ha alentado activamente la inversión extranjera. El sector financiero bien desarrollado ofrece una amplia gama de instrumentos financieros. Las regulaciones financieras generales son prudentes y transparentes.


Australia (Puesto #4)

Australia tiene un crecimiento anual del 2.6%, ingresos per capita de $52,374, un desempleo del 5.4% y una inflación del 2.0%. 
El puntaje de libertad económica de Australia es 82.6, lo que hace que su economía sea la cuarta más libre en el Índice 2020. Su puntaje general ha aumentado en 1.7 puntos, liderado por mejoras en los puntajes de integridad gubernamental y salud fiscal. Australia ocupa el cuarto lugar entre los 42 países de la región de Asia y el Pacífico, y su puntaje general es sustancialmente más alto que los promedios regionales y mundiales. Australia ha sido un líder en libertad económica desde la creación del Índice en 1995, y su economía ha estado en la categoría más alta y libre durante los últimos 14 años. El PIB ha registrado ganancias constantes, aunque la tasa de crecimiento podría disminuir en los próximos años debido a un crecimiento del comercio mundial más suave y la inversión vacilante. Lejos de descansar en sus laureles, el nuevo gobierno planea promover inversiones en infraestructura, ciberseguridad y plataformas de pagos digitales, al tiempo que persigue nuevas reformas normativas y de política industrial, así como recortes de impuestos a la renta personal, todo lo cual debería impulsar la libertad económica de Australia aún más.


Australia es una de las naciones más ricas de Asia y el Pacífico y ha disfrutado de más de dos décadas de expansión económica. Después de que el primer ministro Malcolm Turnbull renunció a su escaño en 2018, Scott Morrison formó un nuevo gobierno minoritario del Partido Liberal y llevó a su partido a una victoria sorpresiva en las elecciones parlamentarias de mayo de 2019. Australia es internacionalmente competitiva en servicios financieros y de seguros, tecnologías y productos manufacturados de alto valor agregado. La minería y la agricultura son importantes sectores de exportación. Los 10 acuerdos de libre comercio de Australia incluyen TLC con Estados Unidos, China, Japón, Corea del Sur y la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático. Las negociaciones sobre acuerdos similares están en curso con la Unión Europea y se espera que comiencen con el Reino Unido luego de la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea.

Los marcos legales sólidos protegen los derechos de propiedad, y el sólido estado de derecho de Australia minimiza la corrupción. La expropiación es muy inusual y la ejecución de los contratos es confiable. El entorno político estable de Australia apoya un sistema judicial fuerte, que opera de manera independiente e imparcial. En diciembre de 2018, el primer ministro anunció la formación de una nueva comisión anticorrupción. La tasa impositiva máxima sobre los ingresos es del 45 por ciento y la tasa impositiva corporativa plana es del 30 por ciento. Otros impuestos incluyen los impuestos al valor agregado y las ganancias de capital. La carga fiscal general es igual al 27.8 por ciento del ingreso interno total. El gasto gubernamental ha ascendido al 35.8 por ciento de la producción (PIB) del país en los últimos tres años, y los déficits presupuestarios han promediado el 1.8 por ciento del PIB. 

Australia tiene uno de los entornos regulatorios más transparentes y eficientes del mundo. Generalmente, las nuevas regulaciones gubernamentales no pueden imponerse a menos que todas las partes afectadas hayan sido consultadas primero. El código de empleo moderno y flexible del país vigoriza el mercado laboral. El valor total de las exportaciones e importaciones de bienes y servicios equivale al 43.0 por ciento del PIB. La tasa arancelaria promedio aplicada es de 0.9 por ciento, y están vigentes 320 medidas no arancelarias. Facilitado por un marco de inversión transparente, las empresas extranjeras generalmente compiten con empresas nacionales en igualdad de condiciones. El sector financiero es competitivo y está bien desarrollado. Todos los bancos son de propiedad privada y están sujetos a regulaciones prudentes.


Suiza (Puesto #5)

Suiza crece un 1.9% anualmente, tiene un ingreso per capita de $64,649, un desempleo del 4.9% y una inflación levemente superior a la de Singapur, un 0.9%. 
El puntaje de libertad económica de Suiza es 82.0, lo que hace que su economía sea la quinta más libre en el Índice. Su puntaje general ha aumentado en 0.1 puntos debido a puntajes ligeramente más altos para los derechos de propiedad y la integridad del gobierno. Suiza ocupa el primer lugar entre 45 países en la región de Europa, y su puntaje general está muy por encima de los promedios regionales y mundiales. La economía suiza ha sido calificada como entre unas de las más libres por más de una década. El crecimiento del PIB se ha desacelerado en los últimos años debido a los riesgos de la creciente guerra comercial entre China y los Estados Unidos, el aumento del franco suizo y la drástica desaceleración económica en la vecina Alemania. La libertad económica está bien establecida e institucionalizada en Suiza. Su indicador de índice con la calificación más baja es el gasto gubernamental, pero incluso allí el gobierno federal proyectó un superávit presupuestario para 2019 de 2.800 millones de francos suizos, más del doble del monto presupuestado inicialmente. El proyecto de presupuesto 2020 que el gobierno propuso en junio de 2019 presenta un superávit de 600 millones de francos suizos.


El sistema de gobierno federal del cantón de Suiza dispersa el poder ampliamente. La autoridad ejecutiva es ejercida por un Consejo Federal de siete miembros. Suiza tiene una larga tradición de apertura al mundo, pero guarda celosamente su independencia y neutralidad. Suiza tiene uno de los PIB per cápita más altos del mundo y una fuerza laboral altamente calificada. La economía depende de servicios financieros, fabricación de precisión, metales, productos farmacéuticos, productos químicos y productos electrónicos. 

Los derechos de propiedad física y los derechos de propiedad intelectual son reconocidos y aplicados. El sistema judicial es independiente, competente y justo. Las leyes comerciales y de bancarrota se aplican de manera consistente y eficiente. La ley establece sanciones penales por corrupción oficial, y el gobierno generalmente implementa la ley de manera efectiva. El gobierno está libre de corrupción generalizada. Suiza ocupa el tercer lugar de 180 países en el Índice de Percepción de la Corrupción 2018 de Transparencia Internacional. 

Los impuestos a nivel cantonal son más gravosos que los impuestos a nivel federal. La tasa impositiva federal máxima sobre los ingresos personales es del 11,5 por ciento, y la tasa impositiva corporativa federal es del 8,5 por ciento. La carga fiscal general es igual al 28.5 por ciento del ingreso interno total. El gasto gubernamental ha ascendido al 34.0 por ciento de la producción del país (PIB) en los últimos tres años, y los excedentes presupuestarios han promediado el 0.4 por ciento del PIB. El clima de negocios altamente competitivo refleja una fuerte eficiencia regulatoria y apertura al libre comercio. La administración pública suiza goza de la más alta confianza pública de cualquier gobierno nacional en la OCDE. La productividad laboral es alta fuera del sector agrícola fuertemente subsidiado. 

El valor total de las exportaciones e importaciones de bienes y servicios equivale al 118.8 por ciento del PIB. La tasa arancelaria promedio aplicada es de 1.7 por ciento, y están vigentes 152 medidas no arancelarias. El código de inversión es transparente y se administra de manera eficiente. El sector financiero moderno y altamente desarrollado ofrece una amplia gama de instrumentos financieros. La banca se mantiene bien capitalizada y sólida.

Irlanda (Puesto #6)

Por último, Irlanda, tiene un crecimiento anual del 10.5%, ingresos per capita de $78,785, un desempleo del 5,7% y una inflación del 0,7%. 
El puntaje de libertad económica de Irlanda es 80.9, lo que hace que su economía sea la sexta más libre en el Índice. Su puntaje general ha aumentado en 0.4 puntos, con un aumento modesto en el puntaje de integridad del gobierno que equilibra una disminución similar en la efectividad judicial. Irlanda ocupa el segundo lugar entre 45 países en la región de Europa, y su puntaje general está muy por encima de los promedios regionales y mundiales. La economía irlandesa regresó a las filas de los económicamente más libres en 2018 y ha mantenido ese rango en los años posteriores. El crecimiento del PIB ha sido espectacular durante los últimos cinco años. Nuevas reformas destinadas a mejorar la calidad de los procesos judiciales y privatizar completamente el sector bancario ayudarían a consolidar el estatus de Irlanda como economía libre. Dadas las incertidumbres actuales sobre el Brexit, se necesitará una atención especial para mantener la apertura de los flujos de comercio e inversión.


Leo Varadkar, el primer ministro más joven en la historia de Irlanda, lidera el partido de centro derecha Fine Gael al frente de un gobierno minoritario. En diciembre de 2018, el principal partido de oposición, la conservadora Fianna Fail, acordó extender su apoyo al gobierno hasta 2020. Una votación de 2018 que puso fin a una estricta prohibición constitucional sobre el aborto reflejó un electorado cada vez más secular y socialmente liberal. La economía pequeña, moderna y dependiente del comercio ha funcionado extraordinariamente bien durante décadas y fue una de las primeras en la Unión Europea en recuperarse de la crisis financiera de 2008. Las multinacionales extranjeras dominan el sector de exportación, lideradas por maquinaria y equipo, computadoras, productos químicos, dispositivos médicos, productos farmacéuticos, alimentos y productos animales.

Los derechos de propiedad están bien protegidos y los intereses garantizados en la propiedad se reconocen y se hacen cumplir. Los contratos son seguros y la expropiación es rara. El poder judicial es independiente, pero el desempeño es solo promedio en un índice que mide la calidad de los procesos judiciales. La corrupción no es un problema grave. Las leyes antisoborno y anticorrupción que hacen ilegal que los servidores públicos irlandeses acepten sobornos se aplican adecuadamente.

La tasa impositiva máxima sobre los ingresos personales es del 41 por ciento, y la tasa impositiva corporativa máxima es del 12.5 por ciento. Otros impuestos incluyen los impuestos al valor agregado y las ganancias de capital. La carga tributaria general equivale al 22.8 por ciento del ingreso nacional total. El gasto gubernamental ha ascendido al 26.6 por ciento de la producción (PIB) del país en los últimos tres años, y los déficits presupuestarios han promediado el 0.2 por ciento del PIB. 
Irlanda ha mejorado el acceso al crédito y ha facilitado la ejecución de los contratos, pero se ha incrementado el impuesto de timbre sobre las transferencias de propiedades no residenciales. La fuerza laboral está menos regulada que las fuerzas laborales en la mayoría de los países de la UE en el continente. El gobierno ha estimado que el Brexit podría generar un déficit de hasta el 1,5 por ciento del PIB debido a los mayores pagos de subsidios en sectores importantes de la economía.
El valor total de las exportaciones e importaciones de bienes y servicios equivale al 209.8 por ciento del PIB. La tasa arancelaria aplicada ponderada por el comercio promedio (común entre los miembros de la UE) es de 1.8 por ciento, con 637 medidas no arancelarias ordenadas por la UE, según los informes. Las empresas nacionales y extranjeras reciben el mismo trato bajo un régimen de inversión competitivo y eficiente. El sector bancario se ha mantenido estable. El gobierno retiene participaciones de propiedad mayoritaria o minoritaria en varios grupos bancarios.
Conclusión. 

Las ideas que dan rienda suelta a la creación de riqueza, permiten a los distintos pueblos escapar de la pobreza, siempre y cuando gran parte de dicha población comparta esas ideas. De lo contrario, el resultado es un nuevo caso chileno, o sea, un modelo exitoso, siendo menospreciado por aquellos que fueron los principales beneficiarios.

Bibliografia:

La fatal ignorancia - Axel Kaiser
Axel Kaiser: crisis en Chile se engendró durante Gobierno de Bachelet - Mamela Fiallo Flor
Para erradicar la pobreza, más capitalismo - Juan Ramón Rallo

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