lunes, 15 de junio de 2020

El mito de los países nórdicos como ejemplo de "modelos socialistas".


Existe un mito muy común entre los progresistas latinos, y es el supuesto "socialismo" de los países nórdicos. El socialismo, entendido como una economía centralmente planificada fue demolido tras la disolución de la Unión Soviética, aunque ya mostraba indicios de su fracaso al caer el muro de Berlin el 9 de noviembre de 1989. Ya hemos explicado a detalle en anteriores post la razón de porque el socialismo tiende al fracaso, y agregar algo al respecto sería extender demasiado esta introducción y salirse del tema que vamos a analizar a continuación. Solo resta decir que, aunque el mundo en la actualidad es en su mayor parte capitalista, o sea, respeta la propiedad privada, los mercados libres coordinados por el sistema precios, perdidas y beneficios, aún quedan algunos remanentes de experimentos de planificación socialistas, y esos son Cuba, Venezuela, Corea del Norte, y demás países fracasados. La planificación centralizada ha sido abandonada incluso en países socialistas, tal es el caso de China, entre otros. Hoy lo que predomina es la economía de mercado, más concretamente, la "economía social de mercado", u "ordoliberalismo", fundada allá por los años 40 en Alemania tras finalizar la 2da Guerra Mundial por Ludwig Erhard, y sacada del olvido por Friedman y la Escuela de Chicago en los 70/80. Esta forma de economía, adoptada por todos los países desarrollados del mundo, consiste a grasso modo, en una economía de mercado conviviendo con cierto estado del bienestar, procurando la competencia de los servicios públicos, como en un mercado libre competitivo, para que funcionen de la manera más eficaz posible. 

El mercado frente a la planificación centralizada.

La economía implica acción, la acción prosigue un fin, la cual es aliviar una necesidad o de manera más general, un estado de insatisfacción, y esto se logra a través de diverso medios a elección. Las necesidades que tienen los individuos no siempre pueden ser satisfechas, tanto en calidad como en la cantidad requerida, esto se debe, en primera instancia, a la escasez relativa de recursos.

Al producirse un efecto natural de competencia por estos recursos, aparece otro concepto en la economía que en la práctica se revela, como son los costos de oportunidad, ya que cuando un individuo, o un conjunto de individuos, desean satisfacer una necesidad, dadas las condiciones de escasez antes mencionadas, obligatoriamente tendrá que sacrificar la satisfacción de otra necesidad para alcanzar la primera.

De esta manera se llega a uno de los objetos centrales de la economía, la capacidad de asignar  recursos escasos con usos alternativos para satisfacer necesidades ilimitadas. Todo lo cual conduce a que la eficiencia en la asignación de estos recursos, determina el grado de necesidades satisfechas por los individuos.

Como consecuencia del encuentro entre oferentes y demandantes se forman los llamados precios de mercado que son los equivalentes al proceso de producción del oferente y las necesidades del demandante, expresados usualmente en una cantidad de moneda. Los precios expresan además el grado de escasez de un producto o servicio determinado. Por otro lado expresan la disponibilidad al pago que tienen los demandantes. Pero, ¿por qué resultan tan importantes los sistemas de precios?

Tres son las razones que deben ser tomadas en cuenta:

1) Envían señales a los productores de qué deben producir, cuánto deben producir y qué calidad de productos deben ofertar. Además reciben información de los lugares propicios para la producción.

2) La remuneración que entregan los factores productivos estimulan el rendimiento:

- Este es el caso del trabajo por medio del salario (precio del trabajo), ya que su remuneración envía un incentivo al grado de rendimiento que se pueda entregar.
- En cuanto al capital, la prima que este pueda entregar (ganancia), será el estímulo para aumentar el riesgo de exposición de recursos de esta naturaleza.
- Esta realidad define la competencia en la producción, ya que el cuarto factor de producción, la tecnología, es un elemento que permite en la medida de su innovación, producir mayores cantidades a menores costos con similares precios.

3) Define al final del proceso la distribución de los ingresos por la dinámica de precios y de la demanda.

Los precios en definitiva, son una señal, en que tanto oferentes como demandantes puedan confiar, para tomar sus decisiones económicas. Los precios transmiten la experiencia y los sentimientos subjetivos de algunos como conocimiento efectivo para otros; es conocimiento implícito en forma de incentivo explícito. Las fluctuaciones de precios transmiten el conocimiento de las compensaciones cambiantes entre las opciones cambiantes a medida que las personas sopesan los costos y los beneficios de manera diferente con el tiempo, con cambios en los gustos o la tecnología. La totalidad del conocimiento transmitido por los innumerables precios y sus tasas de cambio muy variables excede ampliamente lo que cualquier individuo puede saber o necesita saber para sus propios fines. Por ello, el sistema de mercado libre permite economizar un factor productivo fundamental, el conocimiento. En el libre mercado no se necesita saber todo lo que sucede, sino que los individuos pueden economizar el factor escaso por definición, el conocimiento, tomando solo aquello que le permite alcanzar sus fines más precisados.

Si quiere entender mejor el funcionamiento del mercado recomiendo leer estos dos post relacionados al tema: Ley de oferta y demanda explicado por Thomas Sowell y ¿Cómo funciona el mecanismo del mercado? por Ludwig Von Mises

Los intentos de fijar y controlar precios, o directamente coordinar la economía desde arriba, son imposibles, debido a que ningún individuo o consejo planificador, tiene la cantidad de conocimiento necesaria para lograrlo. De esta forma, el socialismo tiende a fracasar, y los ejemplos acontecidos en el siglo XX, y algunos experimentos llevados a cabo en pleno siglo XXI lo demuestran. Entonces, si todos los intentos de llevar el socialismo a la practica terminan en fracaso ¿Porqué razón los países nórdicos serían la excepción? La respuesta es sencilla: ES PORQUE NO LO SON. 

Índice de libertad económica. 

Ahora, si entendemos por socialismo una economía organizada por el estado, los países nórdicos son todo lo contrario. Según el índice de libertad económica de The Heritage Foundation, que abarca un total de 186 países, los estados nórdicos tienen la clasificación "mayormente libres". 


El índice analiza el respeto por los derechos de propiedad, el tamaño del estado, la eficiencia regulatoria, y la libertad de los mercados. En el año 2020, Singapur (#1) ha destronado a Hong Kong (#2) del primer puesto del índice de libertad económica. Mientras que es seguido por Nueva Zelanda (#3), Australia (#4), Suiza (#5) e Irlanda (#6) en la lista de los más libres, o sea, los primeros 6 puestos que sería en porcentaje del 100% al 80% de libertad económica. 


Mientras que los países "mayormente libres" tienen un porcentaje del 77.9% al 70%, y abarca desde el puesto 7 al 37. Entre los "mayormente libres" se pueden encontrar a los países nórdicos, supuestos ejemplos de planificación centralizada socialista. Dinamarca (#8), Islandia (#12), Finlandia (#20), Suecia (#22) y Noruega (#28).  


Argentina se encuentra en el puesto #149, por debajo de Brasil (#144), mientras que Bolivia (#175), Cuba (#178), Venezuela (#179) y Corea del Norte (#180) figuran en los últimos puestos. 

Lo que pocas personas saben. 

Pero lo que pocos conocen es que los países escandinavos bajaron en forma notable su gasto público/PBI. Por ejemplo, Suecia que llegó a tener una relación gasto público/PBI del 70,5% en 1993 lo bajó a niveles del 50% actualmente. Son 20 puntos menos de gasto público respecto al PBI. Finlandia llegó a tener una relación gasto público/PBI del 64% y ahora lo mantiene en el orden del 53% del PBI. 10 puntos menos de gasto público/PBI. Noruega lo redujo del 56% al 49% y Dinamarca también del 56% al 49 por ciento. De hecho, el gasto público, no es muy diferente al de otros países, ni tan abismal como muchos los quieren hacer ver. 


Sin ir más lejos, Suecia es uno de los países que encabeza la lista de mayores privatizaciones desde que en la década del 90 se volcó hacia una economía de mercado. 

Los impuestos. 

Además de la libertad económica, se debe destacar que la protección de la propiedad privada es un hecho, así mismo, las empresas pagan menos impuestos, y gran parte de los mismos recaen en los ingresos personales de las personas físicas. A cambio se les da un servicio de primera, tanto de salud, educación, seguridad, etc. Las empresas de Dinamarca pagan un 23.5%, Islandia un 20%, Finlandia también un 20%, Suecia 21.4% y finalmente Noruega un 22%. En comparación a otros países capitalistas como EEUU (20%), Israel (23%), Japón (23.9%), Reino Unido (20%) la diferencia no es muy grande. Mientras tanto las empresas Argentinas pagan un 30%. Entonces así como el gasto público, los impuestos elevados también son otro mito nórdico. Aunque como dijimos, las personas de a píe pagan mucho más, aunque reciben a cambio servicios de calidad. Es más, en esos países funciona el voucher para la educación. En vez de financiar la oferta, el estado financia la demanda y la gente recibe un cupón con el cual paga la escuela de sus hijos pero elige a qué colegio va a ir. Cómo sostiene la economista colombiana Vanessa Vallejo sobre el sistema finlandés de educación en base al voucher: "A las escuelas no se les asigna un presupuesto fijo, sino que obtienen dinero en función de los estudiantes matriculados. Los padres por supuesto son libres de matricular a sus niños en donde quieran. Y desde luego que lo hacen en los colegios con mejores resultados. Esto se traduce en una constante y feroz competencia de colegios para ganar alumnos". Y agrega: "Mientras tanto, en Suecia y Dinamarca, ocurre prácticamente lo mismo que en Finlandia; se utiliza el modelo de cheque escolar, en el que al alumno se le da un bono para que elija en dónde matricularse, de modo que una vez más es el consumidor el que decide, y solo permanecen en el mercado las escuelas que prestan servicios que la gente quiere". Este sistema, fue promovido por Milton Friedman durante la década de los 70 y 80.

Los progresistas latinos dicen que pagamos muy pocos impuestos y por eso somos pobres. Para crecer, dicen, deberíamos pagar impuestos tan altos como los nórdicos. Sin embargo, se obvia un factor fundamental a la hora de hablar de la presión fiscal, y esto es, el denominado esfuerzo fiscal. 

Hay que entender, que los impuestos son relativos a cada país. No es lo mismo pagar un 47% de impuestos en Alemania que un 35% en Argentina. En Alemania, una persona puede pagar todo ese dinero, y aún así comprarse un auto, pagar el alquiler, comprar ropa, comida y tener una vida de lujos, mientras que Argentina, aunque superficialmente parece que pagamos menos, todos esos lujos están fuera de nuestro alcance. Todo se resume, a la riqueza que genera cada país, y ahí es cuando entra el esfuerzo fiscal. Comparar números brutos entre países es una metodología no solo engañosa, también superficial, pues no todos los países son igual de ricos para darse el lujo de pagar semejantes impuestos. Es por ello, que si comparamos el esfuerzo fiscal, Argentina tiene una de las presiones fiscales más elevadas del mundo. Hacemos incluso más esfuerzo fiscal que países ricos y prósperos no siendo ni la sombra de uno de ellos. 

Esto se trata, del viejo artilugio estatista que busca invertir la causa y efecto que explica la prosperidad económica. En vez de ir aumentando los impuestos lentamente, acorde al nivel de riqueza en alza de cada país, todo ello para no ahuyentar a los empresarios y perturbar los precios relativos, se intenta cobrar impuestos altos antes de crear dicha riqueza, lo que hace del ambiente económico un lugar poco atractivo para la inversión. Si se quiere cobrar impuestos elevados a la gente física, como en Alemania o los países nórdicos, se debe hacerlo dependiendo de la situación de cada país. La idea es cobrar impuestos razonables, y esto solo se puede lograr dependiendo del contexto de cada país, viendo el nivel de riqueza y comparando la dificultad con la que afrontarían esos impuestos el largo de la población. Pero en fin, el tema de los impuestos será tratado en otra ocasión, a continuación el resumen ofrecido por The Heritage Foundation sobre la economía de los países nórdicos. 

DINAMARCA (#8)

Dinamarca tiene un crecimiento del 2.0% anual, un desempleo del 5.0% y una inflación del 0.7%.  El puntaje de libertad económica de Dinamarca es 78.3, lo que hace que su economía sea la octava más libre del índice. Su puntaje general ha aumentado en 1.6 puntos, liderado por aumentos en los puntajes de integridad gubernamental y efectividad judicial. Dinamarca ocupa el cuarto lugar entre 45 países en la región de Europa, y su puntaje general está muy por encima de los promedios regionales y mundiales. La economía de Dinamarca ha estado en la categoría mayoritariamente libre durante 19 años, pero aún no ha alcanzado los primeros puestos de la categoría libre. Las razones son un gasto público excesivo y una carga impositiva que simplemente es demasiado alta. Esos dos problemas pueden explicar por qué el crecimiento del PIB en los últimos cinco años ha sido modesto. Desafortunadamente, el gobierno está yendo en la dirección opuesta a lo que se necesita para crecer: hacia un gasto mucho mayor, financiado por impuestos más altos, para reducir las emisiones de carbono y expandir el de por si ya enorme estado del bienestar.

Dinamarca, es una economía moderna bien integrada en el mercado global, ha sido miembro de la Unión Europea desde 1973. La economía depende en gran medida del comercio exterior, y el sector privado incluye muchas pequeñas y medianas empresas con empresas líderes mundiales en productos farmacéuticos, transporte marítimo y alimentos procesados.

La protección de los derechos de propiedad se aplica con firmeza, con un sistema judicial justo, confiable e independiente. Se respetan los derechos de propiedad intelectual y la aplicación es coherente con los estándares mundiales. Conocida durante mucho tiempo como una de las naciones menos corruptas del mundo, Dinamarca ocupó el primer lugar entre 180 países en el Índice de Percepción de la Corrupción 2018 de Transparencia Internacional.

La tasa impositiva máxima sobre los ingresos personales es del 56 por ciento, y la tasa impositiva corporativa máxima es del 23.5 por ciento. Otros impuestos incluyen el valor agregado y los impuestos a la herencia. La carga tributaria general equivale al 46.0 por ciento del ingreso interno total. El gasto gubernamental ha ascendido al 51.7 por ciento de la producción (PIB) del país en los últimos tres años, y los excedentes presupuestarios han promediado el 0.3 por ciento del PIB. La deuda pública es equivalente al 34,3 por ciento del PIB.
Dinamarca cuenta con uno de los entornos empresariales más atractivos del mundo, caracterizado por su solidez económica, política y regulatoria. Las leyes laborales danesas generalmente permiten a los empleadores ajustar sus fuerzas laborales rápidamente en respuesta a las condiciones cambiantes del mercado. El sector público representa alrededor del 25 por ciento de todo el empleo. El primer parque eólico offshore libre de subsidios de Dinamarca se inauguró en 2019. Por otro lado, el valor total de las exportaciones e importaciones de bienes y servicios equivale al 104,0 por ciento del PIB. La tasa arancelaria aplicada ponderada por el comercio promedio (común entre los miembros de la UE) es de 1.8 por ciento, con 637 medidas no arancelarias ordenadas por la UE, según los informes. Dinamarca tiene 15 barreras adicionales no arancelarias específicas de cada país. Las políticas de mercado abierto que sostienen la competitividad facilitan grandes flujos de inversión. El sector financiero está bien institucionalizado y es resistente.
ISLANDIA (#12)

Islandia tiene un crecimiento del 4.5% anual, un desempleo del 2.9% y una inflación del 2.7%. El puntaje de libertad económica de Islandia es 77.1, lo que hace que su economía sea la 13° más libre en el Índice 2020. Su puntaje general no ha cambiado desde 2019, con un puntaje de integridad gubernamental más alto compensado por puntajes más bajos en otros indicadores. Islandia ocupa el séptimo lugar entre los 45 países de la región de Europa, y su puntaje general está muy por encima de los promedios regionales y mundiales. La economía islandesa ha estado subiendo en las filas de los "mayormente libres" durante la última década. El crecimiento del PIB también se ha expandido a un ritmo saludable. Aunque Islandia retiró oficialmente su solicitud de membresía en la Unión Europea en 2015, disfruta del libre comercio y el movimiento de capitales, mano de obra, bienes y servicios con la UE.
El sistema de derecho civil islandés hace cumplir los derechos de propiedad y los derechos contractuales. Islandia tiene un marco institucional legal sólido para hacer cumplir las leyes que protegen la propiedad intelectual. El poder judicial es independiente, y la rendición de cuentas y la transparencia están institucionalizadas. La corrupción está bien controlada. Islandia ocupa el puesto 14 entre 180 países en el Índice de Percepción de la Corrupción 2018 de Transparencia Internacional.
La tasa impositiva máxima sobre los ingresos personales es del 31.8 por ciento y la tasa impositiva corporativa plana es del 20 por ciento. Otros impuestos incluyen los impuestos al valor agregado y al patrimonio. La carga impositiva general equivale al 37,7 por ciento del ingreso interno total. El gasto gubernamental ha sido del 43.2 por ciento de la producción (PIB) del país en los últimos tres años, y los excedentes presupuestarios han promediado el 4.7 por ciento del PIB. La deuda pública es equivalente al 35,4 por ciento del PIB.
El valor total de las exportaciones e importaciones de bienes y servicios equivale al 91,3 por ciento del PIB. La tasa arancelaria promedio aplicada es de 1.6 por ciento, y 89 medidas no arancelarias están en vigencia. El régimen de inversión es transparente y apoya el crecimiento de la inversión vibrante. Los controles de capital se han levantado desde 2017. El sector bancario se ha recapitalizado, pero la propiedad de dos de los tres bancos principales permanece principalmente en manos del estado.

FINLANDIA (#29)

Finlandia crece un 1.4% anual, tiene un desempleo del 7.8% y una inflación del 1.2%. El puntaje de libertad económica de Finlandia es 75.7, lo que hace que su economía sea la vigésima más libre del mundo. Su puntaje general ha aumentado en 0.8 puntos, ayudado por un puntaje más alto en salud fiscal. Finlandia ocupa el puesto 11 entre los 45 países de la región de Europa, y su puntaje general está muy por encima de los promedios regionales y mundiales. La economía finlandesa se ha beneficiado del aumento gradual de la libertad económica durante la vigencia del Índice. El crecimiento del PIB ha sido positivo pero modesto.
Anteriormente parte de Suecia y más tarde del Imperio ruso, Finlandia obtuvo su independencia en 1917, se unió a la Unión Europea en 1995 y adoptó el euro en 1999. La economía orientada a la exportación se centra en la fabricación, principalmente en las industrias de la madera, los metales, las telecomunicaciones y la electrónica, y ha disfrutado de un crecimiento constante.
Finlandia mantiene uno de los regímenes más fuertes del mundo para la protección de los derechos de propiedad y ocupa el primer lugar entre 125 países en el Índice Internacional de Derechos de Propiedad 2018. Los acuerdos contractuales se cumplen estrictamente. La calidad del poder judicial es generalmente alta. La corrupción no es un problema importante en Finlandia, que ocupó el tercer lugar de 180 países encuestados en el Índice de Percepción de la Corrupción 2018 de Transparency International.
La tasa impositiva máxima sobre los ingresos personales es del 31.25 por ciento, y la tasa impositiva corporativa máxima es del 20 por ciento. Otros impuestos incluyen el valor agregado y los impuestos sobre la renta de capital. La carga impositiva general equivale al 43,3 por ciento del ingreso interno total. El gasto gubernamental ha ascendido al 54.4 por ciento de la producción del país (PIB) en los últimos tres años, y los déficits presupuestarios han promediado el 1.1 por ciento del PIB. La deuda pública es equivalente al 60.5 por ciento del PIB. 
Pueden ser necesarias reformas estructurales para impulsar la productividad. Una reducción en la tasa del impuesto a la contribución laboral ha aliviado el costo de administrar un negocio. La protección social y las prestaciones por desempleo se han reformado para fomentar el trabajo, pero Finlandia está considerando la idea de un ingreso básico universal. El costo creciente de los subsidios para una población que envejece rápidamente ha aumentado el apoyo político para la racionalización de los servicios de atención médica.
El valor total de las exportaciones e importaciones de bienes y servicios equivale al 78,5 por ciento del PIB. La tasa arancelaria aplicada ponderada por el comercio promedio (común entre los miembros de la UE) es de 1.8 por ciento, con 637 medidas no arancelarias ordenadas por la UE, según los informes. Finlandia tiene nueve barreras adicionales no arancelarias específicas de cada país. En general, las políticas gubernamentales no interfieren significativamente con la inversión extranjera. El competitivo sector financiero ofrece una amplia gama de servicios.
SUECIA (#22)

Suecia crece un 2.8% anual, tiene un desempleo del 6.4% y una inflación del 2.0%. El puntaje de libertad económica de Suecia es 74.9, lo que hace que su economía sea la 22° más libre en el Índice. Su puntaje general ha disminuido en 0.3 puntos debido a la disminución en los puntajes de efectividad judicial y libertad comercial. Suecia ocupa el puesto 12 entre los 45 países de la región de Europa, y su puntaje general está muy por encima de los promedios regionales y mundiales. La economía sueca ha sido calificada principalmente como libre durante más de una década. El crecimiento del PIB ha sido sólido pero no notable durante los últimos cinco años. El indicador más débil del índice de Suecia es el gasto público. Afortunadamente, el actual gobierno minoritario de centro izquierda hizo un acuerdo con los partidos de centro derecha en el parlamento para evitar un presupuesto expansivo para 2020. En cambio, han elaborado un plan de gastos e impuestos que se espera produzca un excedente. Eso debería mejorar las perspectivas de una mayor libertad económica y un crecimiento económico sostenido en Suecia. Suecia se unió a la Unión Europea en 1995, pero los votantes rechazaron la adopción del euro en 2003. La madera, la energía hidroeléctrica y el mineral de hierro constituyen la base de recursos de una economía basada en la fabricación dinámica y orientada al exterior.
La ley protege los derechos de propiedad. El cumplimiento de los contratos está firmemente establecido y el estado de derecho está bien mantenido. El sistema judicial opera de manera independiente, imparcial y consistente. Las tasas de corrupción son bajas, en parte debido a la desregulación, la moderación presupuestaria y un entorno político estable. Las medidas anticorrupción efectivas desalientan el soborno de los funcionarios públicos y mantienen la integridad del gobierno.

La tasa impositiva máxima sobre los ingresos personales es del 57 por ciento, y la tasa impositiva corporativa máxima es del 21.4 por ciento. Otros impuestos incluyen los impuestos al valor agregado y las ganancias de capital. La carga tributaria general equivale al 44.0 por ciento del ingreso interno total. El gasto gubernamental ha ascendido al 49.7 por ciento de la producción del país (PIB) en los últimos tres años, y los excedentes presupuestarios han promediado el 1.1 por ciento del PIB. La deuda pública es equivalente al 39.0 por ciento del PIB.

Las leyes y regulaciones laborales rígidas y el alto costo no salarial de emplear a un trabajador moderan el panorama regulatorio amigable y eficiente para los negocios que de otra manera facilita la actividad empresarial. Despedir a un empleado es costoso y oneroso. Hay pocos controles de precios en Suecia, pero el gobierno proporciona importantes subsidios para fomentar la energía renovable. 

El valor total de las exportaciones e importaciones de bienes y servicios equivale al 90,9 por ciento del PIB. La tasa arancelaria aplicada ponderada por el comercio promedio (común entre los miembros de la UE) es de 1.8 por ciento, con 637 medidas no arancelarias ordenadas por la UE, según los informes. Suecia tiene ocho barreras adicionales no arancelarias específicas de cada país. El régimen de inversión es abierto y transparente. El número de sucursales de bancos extranjeros ha aumentado. El estado posee un banco, que ofrece principalmente préstamos hipotecarios.

NORUEGA (#28)

Noruega tiene un crecimiento anual del 1.7%, un desempleo del 3.9% y una inflación del 2.8%. El puntaje de libertad económica de Noruega es 73.4, lo que hace que su economía sea la 28° más libre en el Índice. Su puntaje general ha aumentado en 0.4 puntos debido a un puntaje de libertad laboral más alto. Noruega ocupa el puesto 15 entre los 45 países de la región de Europa, y su puntaje general está muy por encima de los promedios regionales y mundiales. La economía noruega ha sido calificada principalmente como libre durante ocho años. El crecimiento del PIB, sin embargo, ha registrado menos del 2 por ciento anual durante los últimos cinco años. El mayor impedimento para una mayor libertad económica en Noruega es demasiado gasto gubernamental. Sin embargo, reducirlo será difícil porque una gran parte de la economía y un porcentaje aún mayor del presupuesto del gobierno están estructurados en torno a los ingresos de Equinor, la compañía estatal de petróleo, gas y energía eólica. Sería más fácil para el gobierno reformar otro indicador del índice rezagado, la libertad laboral, para hacer que el mercado laboral sea más competitivo.

Noruega abandonó su tradicional neutralidad y se convirtió en miembro fundador de la OTAN en 1949 y se unió a la Asociación Europea de Libre Comercio. La primera ministra conservadora, Erna Solberg, fue reelegida por estrecho margen en 2017. Dirige un gobierno de coalición de centroderecha que, con la incorporación de los demócratas cristianos en enero de 2019, se convirtió en la primera coalición de mayoría no socialista desde 1985. Noruega es uno de las más importantes países prósperos del mundo, y la producción de petróleo y gas representan el 20 por ciento de su economía. Otros sectores importantes incluyen energía hidroeléctrica, peces, bosques y minerales. Los ingresos estatales derivados del petróleo se depositan en el fondo de riqueza soberana más grande del mundo. El desempleo es bajo, pero una población que envejece podría ser un desafío en el futuro.

Se reconocen los intereses garantizados en bienes, tanto muebles como reales. El sistema para registrar intereses en la propiedad es reconocido y confiable. El poder judicial es independiente y el sistema judicial funciona de manera justa. Los negocios generalmente se llevan a cabo "por encima de la mesa", y Noruega ocupa el séptimo lugar de 180 países en el Índice de Percepción de la Corrupción 2018 de Transparencia Internacional. La actividad corrupta de los funcionarios del gobierno es un delito penal.

La tasa impositiva máxima sobre los ingresos personales es del 47.8 por ciento, y la tasa impositiva corporativa es del 22 por ciento. Otros impuestos incluyen el valor agregado y los impuestos ambientales. La carga impositiva general es igual al 38,2 por ciento del ingreso interno total. El gasto gubernamental ha ascendido al 49.8 por ciento de la producción del país (PIB) en los últimos tres años, y los excedentes presupuestarios han promediado el 5.5 por ciento del PIB. La deuda pública es equivalente al 36.8 por ciento del PIB.

Un sistema legal justo, regulaciones transparentes y estabilidad política hacen de Noruega un lugar seguro y transparente para hacer negocios, pero los cambios demográficos a largo plazo amenazan el entorno empresarial. Los costos laborales son altos. La regulación del mercado laboral se modificó recientemente para permitir más trabajo por la noche. La estabilidad monetaria se ha mantenido bien, pero los incentivos fiscales y los subsidios para alentar la propiedad de la vivienda se han sumado a los altos y crecientes precios de la vivienda. El valor total de las exportaciones e importaciones de bienes y servicios equivale al 70,6 por ciento del PIB. La tasa arancelaria promedio aplicada es de 3.1 por ciento, y están vigentes 236 medidas no arancelarias. El código de inversión se administra de manera eficiente. 

Conclusión. 

Los países nórdicos evidentemente no son socialistas, tienen economías de mercado coordinadas por el sistema de precios, perdidas y ganancias, se respetan los derechos de propiedad así como las actividades contractuales. Por otro lado, el enorme gasto gubernamental, tiene consecuencias en el crecimiento, aunque menores en la actualidad, en el largo plazo pueden tener un gran impacto como en el resto de países occidentales. En definitiva, los nórdicos son países capitalistas, con economías de mercado, que se enfrentan o pronto se enfrentarán a los costos del estado del bienestar, pero que mientras tanto, disfrutan de un elevado nivel de vida. 

La pregunta de si es viable el sistema está demás. Solo es aplicable luego de un crecimiento sostenido y altas tasas de ahorro. Tratar de invertir la causa y efecto, e iniciar de manera contraria tendrá en el menor de los casos un resultado como el caso Argentino. 

Bibliografía:

-El mito del socialismo de los países nórdicos - Roberto Cachanosky
-El mito del gasto social en los países nórdicos - Juan Ramón Rallo
-Los países nórdicos se desarrollaron antes del Estado de bienestar - Juan Ramón Rallo
-¿Son los países nórdicos tan prósperos como se nos dice? - Juan Ramón Rallo
-Noruega no es socialista - Victor H. Becerra y Micguel A. Cervantes
-El poco excepcional modelo escandinavo. Cultura, mercado y fracaso de la tercera vía - Nima Sanandaji

No hay comentarios:

Publicar un comentario